
LA RESERVA NATURAL DE


La esencia del Bosque
En Legado del Bosque, la naturaleza es la protagonista. Más que un desarrollo residencial, es un compromiso a largo plazo con la vida, el bosque y el equilibrio ambiental. Aquí, la visión de vivir en armonía con el entorno se convierte en realidad a través de una estrategia clara de conservación y regeneración. Todo comenzó hace más de 50 años, cuando Don José María Valdés adquirió la finca y, con visión y amor por la tierra, inició un proceso de reforestación que transformó antiguos potreros en un denso bosque. Así nació Legado del Bosque: con el propósito de conservar ese legado familiar convertido en reserva natural, y compartirlo con quienes buscan una vida en conexión con la naturaleza.

70%
El 70% del terreno será conservado como bosque natural, sin intervención urbanística.
Conservación de la reserva
Urbanismo responsable
30%
Solo el 30% será destinado a viviendas, infraestructura y servicios, con intervenciones mínimas y respetuosas.


Una reserva natural viva y diversa
1
Superficie protegida
Legado del Bosque conserva 285 manzanas de terreno (195 hectáreas), de las cuales el 88% mantiene cobertura forestal continua, convirtiéndose en uno de los pulmones verdes más importantes del área metropolitana de Guatemala.
2
Ecosistema valioso
El bosque pertenece a la ecorregión Bosque Húmedo Montano Bajo Subtropical, con especies endémicas y una de las mayores diversidades de coníferas del mundo.
3
Vida en Legado
La reserva cuenta con una vegetación compuesta por pino, ciprés y encino, y alberga una rica biodiversidad con 140 especies de aves y 88 especies de plantas.
4
Reforestación constante
En Legado del Bosque creemos en el desarrollo responsable. Por eso, cada intervención en el entorno natural está cuidadosamente planificada. Como parte de nuestro plan de reforestación, por cada árbol que se tale, sembramos cinco nuevos.
Compromiso ambiental con visión a 15 años
Legado del Bosque es un proyecto pensado para el largo plazo, con una visión de desarrollo que respeta el entorno y mejora la calidad de vida de quienes lo habitan. Con aval legal y ambiental, cada fase cumple con estrictas normativas de impacto ambiental y monitoreo constante.